sábado, mayo 13, 2006

GÉNESIS DE LA CELEBRACIÓN DEL DÍA DE LAS MADRES

Toda madre debiera llamarse Maravilla
José Martí

Tomado de la AIN
Los primeros antecedentes históricos de la celebración del Día de las Madres se remontan a la Antigua Grecia, donde se efectuaban homenajes a la diosa Rea, progenitora de los dioses Zeus (Júpiter para los romanos), Poseidón (Neptuno) y Hades (Plutón).
En los tiempos modernos, fue en Estados Unidos donde primero se festejó oficialmente la fecha, debido a una iniciativa de la enfermera Ana Jarvis y que cobró fuerza desde principios de siglo hasta ser aprobada por el Congreso en 1914 como Fiesta Nacional, jolgorio extendido luego por todo el orbe.
Varias fuentes cubanas afirman que la idea original para la celebración en la Isla del Día de las Madres resultó promovida por el periodista habanero Víctor Muñoz, quien el nueve de mayo de 1920, en una crónica publicada en el periódico El Mundo, destaca "el propósito de los hombres generosos que, reunidos en el pueblo de Santiago de las Vegas(...), acordaron trabajar para que Cuba instituya este domingo cada año como Día de las Madres".
Sin embargo, evidencias históricas demuestran que poco más de un mes antes de esa fecha, el seis de abril, la logia masónica Los Perseverantes, de la oriental ciudad de Puerto Padre, acordó instituir allí tan emotiva conmemoración el segundo domingo de mayo y el Día de los Padres el segundo domingo de junio, a propuesta del masón Eduardo Queral Mayo.
Ese hecho, recogido en el recién publicado libro Cronología de Puerto Padre, del licenciado Ernesto Carralero Bosch, historiador de dicha urbe, abre nuevas interrogantes a los investigadores en torno a los esfuerzos iniciales para tal festejo en la ínsula.
Pero, independientemente del lugar donde se generó la iniciativa, lo que sí resulta incuestionable es el extraordinario arraigo que esta maravillosa tradición alcanzó en Cuba a partir de 1927, pues no fue hasta ese año que el gobierno de la época aprobó la propuesta como Fiesta Oficial de la República.
Baste decir que en la actualidad, como parte de la celebración, anualmente se imprimen alrededor de 13 millones de postales dedicadas a las progenitoras, cifra superior incluso al total de habitantes de la nación.
Otro elemento evidenciador de la gran significación en Cuba del Día de las Madres, que más de 30 de sus ciudades y poblados cuentan con bustos, monumentos, estatuas y otras obras escultóricas dedicadas a tan amados seres.
Precisamente en la actual ciudad de Puerto Padre, a más de 700 kilómetros al este de La Habana, está enclavado un hermoso Busto de las Madres, develado el 12 de mayo de 1946 por iniciativa del doctor Martín Ayala Polo, prestigioso abogado y también miembro de la logia masónica Los Perseverantes, organizada en la localidad desde 1919.
Esa obra presenta la figura de una mujer que carga en brazos a su hijo y fue esculpida en piedra de capellanía por el escultor español Nicasio Menza Portas, residente en Las Tunas. El pedestal es de mampostería y de mármol. Las placas empotradas en sus costados tienen inscripciones de pensamientos relacionados con el valor de la maternidad, entre ellos uno hermosísimo del doctor Ayala Polo: "La madre es el ser que más fervorosamente debe reverenciarse".
Es, quizás el monumento más célebre de Puerto Padre, pues se ubica en el mismo centro de su área urbana principal, en la intersección entre las avenidas De la Libertad y Máximo Gómez.