miércoles, junio 21, 2006

CUBA: Mayor seguridad laboral con acertadas políticas de empleo















Con una tasa de desocupación cercana al 1,9 por ciento (técnicamente pleno empleo), Cuba encamina su políticas laborales hacia el logro de una mayor calidad y seguridad en el trabajo, afirmó hoy un experto.
Cuba dirige sus esfuerzos a la consolidación de normas que garanticen cada vez más la salud y seguridad laboral.
En el marco del Encuentro Internacional de Sindicalistas y Especialistas en Seguridad y Salud del Trabajo, que concluye hoy después de varias jornadas, el sistema de vigilancia sanitaria del movimiento obrero en Cuba fue reconocido por especialistas de la OIT.
Valentina Forastieri, especialista principal de la Organización Internacional del Trabajo, dijo que con la excepción de la isla, en América Latina prácticamente no existe ese tipo de protección.
Precisó que, según estimados de la OIT, en Latinoamérica ocurren anualmente unos 30 millones de accidentes laborales (más de 39 mil de ellos mortales).
La especialista, de nacionalidad mexicana, indicó que hay notorias debilidades para asegurar un adecuado cumplimiento de las normas y legislaciones de seguridad y salud del trabajo, y señaló la inexistencia de servicios preventivos de salud.
En otra parte de su intervención, Forastieri elogió en nombre de la OIT los logros de Cuba en materia de empleo y las iniciativas puestas en marcha para generarlo.
Sólo en los últimos cinco años se han creado en la isla 380 mil empleos, en virtud de los programas sociales de lo que aquí se llama Batalla de Ideas, un grupo de importantes medidas implementadas a partir del 2001.
Destaca por su aspecto novedoso en la actual estrategia de trabajo de la isla la concepción del estudio como empleo.
Los jóvenes desocupados acogidos a estos programas reciben un estipendio por estudiar, en tanto a los trabajadores se les protegen sus salarios mientras se califican cultural y técnicamente.
La reestructuración de la industria azucarera, que supuso el cierre de un grupo importante de fábricas, no empujó a los empleados del sector al "tiempo muerto", al resultar unos reubicados y otros incorporados a la reconversión tecnológica de la industria.
Asimismo, más de 34 mil se vincularon al estudio, con sus ingresos protegidos.