lunes, septiembre 08, 2008

EL GUSTAV CASI ARRASÓ A LA ISLA, PERO NO A LOS PINEROS

La respuesta del pueblo no se hizo esperar


Es cierto. Como se dice en buen cubano: ¡El huracán Gustav no dejó nada, fue como si una motonivelarora pasara por encima de todo, pero NO HUBO NI UN MUERTO.

Los pineros sabemos que lo más importante es preservar las vidas humanas y también confiamos que la dirección del país dará la respuesta esperada como lo está haciendo desde el día 31 de agosto. Ya han pasado algunos días y el semidestruido aeropuerto ha recibido y despedido casi más vuelos que en un mes de labor.

Tanto por vía aérea como marítima la ayuda no se ha hecho esperar: alimentos, planchas de fibrocemento para los techos, materiales y medios de transporte para el restablecimiento de las líneas eléctricas perdidas en un 99 por ciento y las comunicaciones, la reparación de las más de 21,000 viviendas dañadas en diferentes categorías.

Las personas no han hecho de su problema el centro de la vida, aun con los techos destruidos o las viviendas severamente dañadas, los medios y equipos arrasados, se incorporan al trabajo para resarcir los daños que sean posibles.

Mucho habrá que trabajar en esta Isla para que continúe siendo de ensueños, porque esta vez la naturaleza le jugó una mala pasada.

Los rostros que al inicio parecían espantados por el paisaje desolador, van cambiando su expresión y la sonrisa comienza a ocupar su lugar y los corazones laten con mayor fuerza al ver cómo a pocas horas, ya comienza a cambiar el panorama.

Confiamos en que nuestros rostros, en breve, muestren una perenne alegría.

A continuación les muestro algunas imágenes de la desolación y de las acciones inmediatas que se acometen para recuperarnos.