jueves, noviembre 12, 2009

Cuando descubrí a mis amigos

Desde el 2005 tuve un acontecimiento especial que poco a poco ocupó el tiempo de mis noches hasta altas horas y amanecía también conectado con él. Era como un inseparable compañero que después de 30 años de matrimonio venía a interponerse entre mi esposa y yo, provocando incluso algunas diferencias por la lógica incomprensión del problema.


Por el día, unido a las labores propias de la profesión como directivo de la prensa, él me imponía la obligación casi enfermiza, de dedicarle un tiempo preparando el ansiado encuentro nocturno.


Tenía que estar, como ahora, en la última que se movía para poder mantenerme al ritmo de la vida, de lo contrario debía abandonarlo. No faltó la ocasión en que me quedara mudo de letras y de ideas, y ante la plantilla blanca del Word, sufriera amargamente por no poder regalarle lo nuevo que el muy exigente me demandaba.


Ahora me esta sucediendo algo similar, pero con mayor calibre. Este inseparable amigo ha sido promotor de muchas personas que hoy me conocen y con las cuales intercambio en el ciberespacio y créanme, ya suman más de mil, sobre todo cuando pude ubicarlo en los sitios de las redes sociales de Internet como Facebook, Twitter, Firendf eed, Mayspace…


Entre los sitios y los llamados “cuenta millas” que nos ayudan a saber de dónde provienen las personas que acceden, pude comprobar que en realidad no estaba solo, que las ideas transmitidas por medio de mi inseparable amigo, era compartida por muchos en el mundo que también me retroalimentan con sus opiniones.


Hoy puedo decir con toda propiedad, que mi amigo se ha multiplicado por tres y esos por más de mil y espero que en lo adelante se incremente la familia para que nunca se apague la llama que nos ha unido hasta el infinito.


Oigan, mis blog, cuando los descubrí supe que eran los más importantes entre todos mis amigos. Los invito a seguir compartiendo mi vida.


Aquí están, ellos también pueden ser sus mejores amigos.









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