martes, junio 23, 2015

Amistad imborrable, imperecedera


Texto y fotos:  Jesús Mirabal González.

Este 14 de junio, un grupo numeroso de los antiguos alumnos pertenecientes a la matrícula de los cinco primeros cursos de la primera escuela en el campo en la Isla de la Juventud, se reunieron para celebrar el aniversario 44 de fundado este centro por nuestro Comandante en Jefe.
Con el de cursar del tiempo se ha ido comprendiendo el honor y el orgullo de haber pertenecido a esta escuela, que por muchos años fue símbolo de la educación en este territorio.

Muchos ayer demostraron la hermandad que sienten los que fueron compañeros de estudio y que hoy por el paso de los años y el fortalecimiento de la amistad que entraña el haber convivido por varios años en un sistema de internado, los convierte con seres entrañables, hermanos en la vida.
En las caras afloraron llantos, alegrías, asombros de reconocer a los que no nos veíamos en cierta cantidad de tiempo, fue un domingo muy especial, todo fluyó como esperaban los organizadores del encuentro, una actividad imborrable para todos.
Ayer se hablaba mucho de 14 de junio, de Antonio Maceo y de Ernesto Guevara  “Che”, el nombre de la escuela siempre fue un orgullo de sus matriculados, estar en un centro que enlazaba a dos grandes figuras, siempre sirvió de regocijo a sus inscritos.
La 14 de junio es la segunda escuela de su tipo que se edificó en el país, ayer se habló de muchas cosas, pero no podía dejarse de mencionar la jactancia que se sentía entre sus alumnos por ser inaugurada por Fidel, esto ocurrió un 29 de junio de 1971, con una matrícula inicial de 243 estudiantes pineros.
En el acto de apertura el Comandante en Jefe planteó, “Nuestro primer contacto con los estudiantes de esta escuela que inauguramos, nuestra primera impresión no nos dejó la menor duda de que van a constituir un magnífico colectivo de estudiantes, que serán ejemplo”. A 44 años del acontecimiento, muchos afirmaban lo planteado por Fidel en aquel entonces.
Las anécdotas y cuentos de los ya no tan jóvenes, pero que en aquellos tiempo tenían una edad comprendida entre los 13 a 16 años afloraron, unos no recuerdan tales aventuras, otros las creían algo exageradas para unos muchachos que en casi su totalidad eran de comportamiento muy razonable, pero las reuniones de verdaderas amigos en reencuentro casi siempre generan leyendas e invenciones.
La generación de los inicios de la revolución educacional en la Isla, rememoró a el Che y a Maceo, se presentó el libro Recordar es volver a vivir alegórico al significado del centro, se acordó recordar a 14 de junio por siempre, los anhelos de lucha de los héroes estuvo reflejado en el encuentro, de esos que hace 44 años fueron niños en el camino de su formación plena y hoy son participes activos en el proceso de transformaciones del socialismo en este Municipio Especial.

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